En los últimos años de mi carrera profesional he tenido la oportunidad de participar en el ISFD 809 de múltiples experiencias pedagógicas y eventos institucionales en los que la palabra, en sus diversos formatos, ha sido la herramienta fundamental para el crecimiento profesional de todos.
En las jornadas de Didáctica de la Lengua y la Literatura de 2009, tuve ocasión de ver a colegas y amigos mostrándose, dejándose llevar por la fuerza de los hechos consumados.
Muchas maestras y profesores buscando despertar a los escritores que sus estudiantes tienen dentro. Profesoras ayudando a estudiantes de escuelas técnicas a escribir sus novelas; maestras de Nivel Inicial promoviendo la radio o la publicación de un cuento. Maestras de primaria facilitando espacios para escribir historias personales que son duras, tristes pero ciertas y de esa manera aportando a la elaboración y comprensión de la vivencia; maestras ayudando a expresar sentimientos y emociones con formato literario…Profesores buscando hacer comprensible el dolor político y social de nuestro país…La fotonovela , la poesía, la carta, el diario, publicar a los 7 añitos!…
He observado en las aulas del instituto formador, cómo la palabra nos ayuda a pensar sobre el rol, sobre cómo han sido las experiencias infantiles en el sistema educativo y cuánto éstas han marcado nuestra concepción del enseñar y el aprender. Pude apreciar el valor metacognitivo que la escritura tiene y estoy convencida de su función epistémica.
Escribir nos ayuda a conocer; a partir de la escritura nos ponemos en contacto con ideas propias, con el propio Ser. Poner en el papel, en el documento Word, nuestra palabra, nos permite re-conocernos y por tanto auto definirnos.
Dice Alicia Fernández, psicopedagoga argentina, que al contar nuestra historia, al narrarnos, dejamos de sentirnos sometidos y víctimas de la experiencia para volvernos autores.
Esta capacidad de autoría es la cimiente para el desarrollo profesional y personal.
Con esta idea de escritura, el ISFD 809 encuentra en la Revista Miradas Cotidianas, un espacio donde hacernos autores de nuestra propia formación inicial y desarrollo profesional y cívico. Donde expresar nuestras convicciones, resumir nuestros aprendizajes, presentar nuestras opiniones y compartir las experiencias vividas y las reflexiones que nos proponen las mismas.
Todo se puede realizar cuando nos animamos a pensar que es posible…
De lo que se trata es de volver a creer en el Otro, creer que es posible que ese Otro, profesor o estudiante, piense o escriba, que opine y se exprese…
De lo que se trata es de dejar ser a los Otros, sin interpelarlos con la birome roja, sin reducirlos ni opacarlos con críticas desmedidas y prematuras… Cuando en el aula de matemática de nuestro instituto surge, de parte de un estudiante, una idea novedosa, sus compañeros rápidamente comienzan a criticarla (desde la experiencia que el propio sistema educativo le ha ofrecido) y su profesora exhorta a los mismos: “dejemos vivir esa idea un poquito” antes de matarla. Qué sabio consejo! Dejar vivir las ideas, rumiarlas, meditarlas, antes que corregirlas.
Déjalo ser, dijo un músico que suena en mi equipo algunas veces y mientras escribo…
Dejemos salir a nuestro creativo hoy como profesores y estudiantes de carreras docentes, para que podamos dejar salir al de nuestros niños y jóvenes en un futuro…
Como señaló el Lic. Moliterno en una conferencia, dejemos que surja la palabra del Otro haciendo un profundo silencio…para escucharlo...y –agrego yo- para leerlo
¿Cómo animar la palabra del joven en formación docente?¿Cuándo, los formadores de formadores nos animaremos a desplegarnos en tanto escritores?
La tecnología nos facilita múltilples formatos y soportes. Están a nuestra disposición.
Creo que es posible, pero tal vez tengamos que romper algunos cánones y representaciones en torno a “quién puede ser un escritor” y quién no.
Todos podemos escribir; todos tenemos algo para contar.
Me invito y los invito a pensarlo.
Los invito a subir sus pensamientos y conocimientos a estas páginas, a mostrarse y comentar la escritura de otros, a ser parte de esta nueva experiencia y a sumarse en la construcción de una comunidad de escritores.